RASGOS HISTÓRICOS DEL MOVIMIENTO DE POBLADORES

En los últimos 30 años.

 

los pobladores y la dictadura

 

Una vez pasado el primer impacto represivo del golpe militar y en el contexto de miedo imperante, comienzan a hacerse sentir los efectos económicos del nuevo modelo que se implementa. Los indices de cesantía suben progresivamente y el hambre lentamente hace su entrada en las familias.Las conquistas alcanzadas por los trabajadores a lo largo de su vida, caen una a una, irremisiblemente. Los niños en el colegio dejan de recibir sus libros, sus cuadernos e incluso al presentarse a dar sus exámenes, se dan cuenta de que también tienen que pagar el papel del Ministerio donde escribirán sus conocimientos. Las mujeres, obligadas a reprimir su angustia y su dolor, salen a la calle enbusca de soluciones... Primero buscan el alimento para sus hijos, caminando y caminando hasta establecer contacto con los emergentes Comedores Populares.Luego se mueven para participar en los Talleres de Subsistencia que comienzan a aparecer, en unos hacen pan para vender, en otros lavan “ropa ajena” o dan los primeros pasos en la creación de arpilleras...Por su parte los antiguos dirigentes, calladamente unos, otros desde la clandestinidad, pero atentos a lo que sucede en su entorno, van tejiendo redes de apoyo para revertir los diversos problemas de la población. Las iglesias e instituciones se unen a esta red donde cada uno va poniendo lo que tiene, unos el techo, otros su experiencia, otros sus conocimientos, sus necesidades, su deseos de aprender, su voluntad de resistir, aunque sea consiguiendo los alimentos y el sustento cotidiano para defender la vida. Es así como se levantan los miles de organizaciones sociales que constituirán el movimiento de pobladores durante la dictadura.  Desde el comienzo en el año 1973, surge una respuesta organizada de los pobladores enfrentando cada uno de los problemas que aparecen, frente a la represión, los grupos de derechos humanos; frente al hambre, los Comedores infantiles y luego las Ollas Comunes; frente a la cesantía, los Talleres de Subsistencia y luego las Bolsas de Cesantes; frente al control de la información,los boletines, panfletos, volantes y toda clase de impresos; frente a los problemas de salud los botiquines populares; frente a los problemas de abastecimiento, los Comprando Juntos, frente a la dominación cultural, los Grupos Culturales y Talleres de diversas expresiones artísticas...Estas organizaciones en su mayoría, son instancias que refuerzan la relación entre los pobladores y contribuyen a la consolidación de una identidad cultural,por cuanto su dinámica interna los lleva a establecer normas, a clarificar sus valores, a crear formas de trabajo solidarias, a definir sus necesidades e intereses y desde esta nueva cotidianeidad que construyen, proyectan su futuro.Al nacer, estas organizaciones se constituyen en herramientas que buscan solucionar una necesidad puntual, pero en la medida en que el grupo alcanza su primer objetivo y sus integrantes consolidan sus relaciones, estos espacios se convierten en verdaderas escuelas de autoformación comunitaria que reemplazan a la escuela que no tuvieron en su niñez. De la dinámica que se origina en ellas surgen como resultado los gérmenes de una cultura propia que se va consolidando en la nueva práctica. Es en este camino donde se dan cuenta que la solución puntual de su problema inicial no es suficiente y comienzan a plantearse otros objetivos, como por ejemplo derrocar la dictadura...En un primer momento y como medida de seguridad, las organizaciones operan en un radio bastante delimitado pero una vez que se afiatan,establecen nexos a nivel comunal. Y dada su estrecha relación con la Vicaría de la Solidaridad adhieren, en la mayor parte de los casos, a las coordinaciones zonales creadas por esta. Es allí donde se inicia el intercambio de los pobladores con otros grupos como los sindicatos de cesantes, los familiares de las víctimasde la represión y muchos otros. Para los pobladores, esta es una etapa muy rica porque a través del trabajo conjunto acceden al conocimiento de realidades que para ellos son desconocidas en su magnitud y complejidad.La coordinación del trabajo de los pobladores a nivel comunal refuerza a los grupos y le da una nueva proyección a su accionar. De ese modo ellos toman parte activa en la lucha por la defensa de los derechos humanos, en las protestas contra la cesantía, en la conmemoración de fechas como el Primero de Mayo. Los años van pasando y al iniciar los 80 comienza la organización de marchas del hambre, pequeñas tomas de terrenos, protestas estudiantiles, en las que los pobladores juegan un rol protagónico. Para ello se forman Coordinadoras Sectoriales y Metropolitanas que facilitan la progresión del movimiento.Estas redes continúan fortaleciéndose en la acción conjunta y poco a poco abren el espacio para una lucha más decidida. Es así como el llamado a un Paro Nacional convocado por la Confederación de Trabajadores del Cobre para el 11 deMayo de 1983 es acogido con tal decisión por el Movimiento de Pobladores que da inicio al gran período de Protestas Nacionales de proyecciones imprevistas en el país.Esta nueva etapa pone por primera vez en jaque a la dictadura y en Agosto de1983 esta ordena la salida a la calle de 15.000 efectivos militares. Pero a pesar de la sofisticación con que responde el gobierno, en cada protesta los pobladores consiguen establecer “espacios liberados” donde por un lapso de tiempo se impide el paso de las fuerzas represivas. Es así como comienzan a abrirse nuevos caminos para la oposición, en algunos casos mediatizados por la Iglesia y como consecuencia, los partidos políticos empiezan a levantar cabeza.En el mes de Setiembre de 1983, se realiza la toma de terrenos más grande de nuestra historia. Sus protagonistas son más de 10.000 familias organizadas en“Comités sin casa”, de toda la región metropolitana. Estos planifican la acción autónomamente y sólo después que se instalan en el terreno, acuerdan un trabajo explícito con los partidos populares.Para fortalecer su lucha, el movimiento popular crea Comandos Comunales que le permitan coordinar sus acciones a nivel territorial y con los otros sectores. Las organizaciones sociales en su práctica cotidiana, construyen una forma de acción política diferente a la que sus integrantes habían conocido en los partidos políticos tradicionales. En ellas, los pobladores reivindican una forma de acción democrática, donde las decisiones se tomen en conjunto, donde la información sea compartida y todas las personas tengan acceso a los mismo beneficios, donde las tareas se distribuyan equitativamente.

 

 

 

 

 

 

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