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Gracias a la Vida a ti, Violeta Parra

La Nueva canción chilena, la que desborda alegrías, sentimientos y pesares; la de los amores y desamores; la de las grandes virtudes y males; esa que lucha contra el tiempo dejando siempre amplísimos espacios a todo lo que acontezca en nombre de la vida, del sacrificio humano y del futuro; la que jamás se olvida aunque no esté en la letra y el estilo de algunos autores contaminados de pseudoculturas… La Nueva canción chilena, tan plena como sus raíces, continúa suspirando, llorando y viviendo, cuando siempre se evoca y evocará en la voz y la figura de una hija del país austral, la que aspiró a marcharse sin decir adiós, pero sin pensar que en el alma y el corazón de su pueblo quedaría con su eterno agradecimiento a la tierra que le vio nacer y que le vio también partir: Violeta Parra.

Y todo ello tan sólo en la letra y música de una de sus más conmovedoras canciones que continúa y continuará recorriendo y escuchándose en muchísimas otras voces de los cuatro puntos cardinales: Gracias a la Vida.

Nacida en el país más austral del continente americano, Chile, Violeta del Carmen Parra Sandoval, más conocida como Violeta Parra (4 de octubre de 1917, San Fabián, Chile / 5 febrero de 1967, Santiago de Chile, Chile), será siempre reconocida como un verdadero referente de la Música popular de su país y, en especial, de la Nueva Canción chilena y de su inmenso folklore.

Artista de la radio, la televisión y del teatro, además de artista de la plástica, poeta, compositora e investigadora sobre todo lo referido al folklore de su país y de América Latina, su obra está considerada entre las más sobresalientes de este continente.

Violeta vivió su infancia en distintas localidades de Chillán, región donde tuvo sus primeras experiencias artísticas. A los 17 años de edad se inició en el canto, actividad que desarrollaba junto a su hermana Hilda hasta trasladarse a la capital del país.

En Santiago, conoce a un obrero ferroviario, con quien contrae matrimonio en 1938 y forma una familia. Diez años después, esta unión concluye con una profunda desilusión amorosa para Violeta, sentimiento que repercute en gran parte de su vida y de su obra.

Poco tiempo después decide desarrollar su carrera artística para lo cual realiza numerosas presentaciones a todo lo largo y ancho de su país al igual que en el extranjero.

Al respecto, impronta muy especial también la desarrolla en 1964, cuando presenta una muestra de sus pinturas, óleos, arpilleras y esculturas en alambre en el Museé Des Arts Décoratifs, del Palacio Louvre, en París.

Todo ello le permite no sólo un gran conocimiento y profunda experiencia sobre la realidad chilena, sino también del acontecer internacional.

Es así como Violeta Parra se inicia para Chile y para el mundo en una prominente figura artística representativa del proceso identitario del sur latinoamericano.

Gran parte del movimiento musical chileno generado desde la década de 1950, tuvo en Violeta Parra y su familia un punto de partida. Con estrechos lazos con el movimiento conocido como Nueva Canción Chilena, Violeta reflejó también la evolución del canto popular a través de los distintos espacios en que tuvo que desenvolverse. Sus composiciones fueron un punto de referencia en el ulterior desarrollo de la música nacional, transformándose en la principal figura de la historia del folklore chileno.

Mas toda aquella sensibilidad que supo plasmar a lo largo de su obra tuvo un triste desenlace en su vida, repleta de problemas emocionales-amorosos y de dificultades económicas, lo que generó una gran depresión que la condujo al suicidio el cinco de febrero de 1967.

Con el transcurrir del tiempo y, no obstante, su desaparición física, esta chilena de nuestra América y del mundo, ha dado fuerza y consagración a una personalidad artística mítica, cuyas composiciones continúan siendo rememoradas por músicos populares, especialistas y, en especial, en las creaciones de nuevas generaciones de artistas. Su intensa vida ha sido también motivo de inspiración artística para escritores, poetas y directores de cine.

Por otra parte, como militante del Partido Comunista, Violeta siempre se manifestó por su consecuente irreverencia discursiva y su apasionada defensa por los derechos de los sectores más humildes de su país, algo que la ha convertido en un referente de lucha y de vanguardia social para diversos movimientos sociales.

 

 

 

Gracias a la Vida

Gracias a la vida que me ha dado tanto

Me dio dos luceros, que cuando los abro,

Perfecto distingo lo negro del blanco

Y en el alto cielo su fondo estrellado

Y en las multitudes el hombre que yo amo

Gracias a la vida que me ha dado tanto

Me ha dado el oído que en todo su ancho

Graba noche y día, grillos y canarios,

Martillos, turbinas, ladridos, chubascos,

Y la voz tan tierna de mi bien amado

Gracias a la vida que me ha dado tanto

Me ha dado el sonido y el abecedario;

Con él las palabras que pienso y declaro:

Madre, amigo, hermano, y luz alumbrando

La ruta del alma del que estoy amando

Gracias a la vida que me ha dado tanto

Me ha dado la marcha de mis pies cansados;

Con ellos anduve ciudades y charcos,

Playas y desiertos, montañas y llanos,

Y la casa tuya, tu…

Gracias a la vida que me ha dado tanto.

 

 

ASTRID BARNET

Periódico Cubarte