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La hermosura del vuelo, de la vida ...

 

En medio de todo lo que como Humanidad nos sucede ... que, sin ser negativo, ni ofensivo, ni menos destructivo porque entonces sería caer en la autodestrucción ..., pero sí ser positivamente crítico, no dejar de observar, de contemplar lo bueno, la hermosura de todo lo existente ... en este inmenso cosmos del que somos parte. Referencia hago a otros seres vivientes que comparten con nosotros el aire que respiramos, la verdura de los prados, de las hojas, el canto de las vertientes ..., y la luz de cada día. 

 

Recuerdo un escrito de mi autoría de hace ya un tiempo ..., su rótulo ¿ Dónde duermen las mariposas ? Nació, fluyó ese texto del vuelo de una mariposa blanca, quizás la única que en mucho tiempo pasó rauda, fugaz por el patio de una urbana casa. Su vuelo era nervioso, como dibujando cumbres en el aire. Talvez iba feliz ... o bien huía de algún predio agrícola en el que fumigaban con algún letal producto. Al tiempo ... supe que en un Liceo del sur del territorio ese escrito había sido considerado en un curso de biología. Mi alegría personal fue sentir que el texto había cumplido su tarea, su objetivo pedagógico.

 

Y ahora ... es una gaviota la que surca sobre las aguas del océano ¡ qué maravilla, qué hermosura ! Ella es una pequeña nave emplumada. La contemplación de su vuelo ya es un regalo. Las leyes físicas, biológicas y la eterna poesía van con ella.

 

El océano es un ser misterioso, su inmensidad, sus profundos secretos, su bravura ante los roqueríos. En sus orillas el oxígeno es más puro, todavía ... 

 

Humanos compañeros ..., que no cesen el respiro, la sana inteligencia, y el indispensable entusiasmo por las más nobles causas.

 

Carlos Poblete Avíla,

Profesor de Estado.

 

 

 

Chile, Noviembre de 2020.