Todo ser que vive, que habita, que reside en este planeta es obra de la creación, es obra de la naturaleza. Son seres los minerales, los árboles, los pájaros y, también nosotros ...
Nacemos con derechos, el primero, el principal, es el derecho a SER.
Las palabras que van con las imágenes o, mejor dicho ..., las palabras que nada más acompañan las imágenes, hablan, dicen las unas y las otras.
Ignoro si la música, también parte del todo, es un artificio junto con los movimientos de las aves. El ritmo musical y el tal movimiento de los pájaros crean armonía. No soy técnico ni autoridad en ese campo para señalar o ser crítico de algo que no conozco.
Lo que se ve, aprecia es un efecto magistral : lúdico, bellísimo. La naturaleza es en sí hermosa.
Todavía no conocemos el mundo del que somos parte. Ignoramos más de lo que sabemos. Se avanza ... cuando se da con el hallazgo científico de la sensibilidad de algunos vegetales o, de la sorprendente inteligencia de otros animales distintos de los animales humanos ...
Tener conciencia es otro nivel de las facultades que se considera-n propia-s de la especie humana, hasta que la ciencia no diga otra cosa ...
Cuando se observa la creciente, la dantesca ' obra ' destructora de los entornos planetarios por principal gestión humana, se empieza a cuestionar aquello de la ' conciencia ' como facultad propia de los animales humanos.
Ningún pájaro emporca tanto su nido, su propia casa como hace el humano ser que contamina, ensucia su único hogar, el planeta Tierra.
La pregunta es ¿ Cuánto más soportará la Tierra, tan explotada, tan devastada por sus propios residentes que suelen muchas veces ' argumentar ', justificar que la descomunal destrucción se hace en nombre del progreso ?
Otra pregunta válida es ¿ En qué nivel de la escala zoológica todavía está la especie humana ?
Fraternales saludos y esperanzados anhelos para el año siguiente ...
Carlos Poblete Ávila,
Profesor de Estado.
Chile, Diciembre 31 de 2020.