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La saludable alegría de bailar ...

 

Caminar libremente, ir de excursión, explorar el mundo que a todos pertenece constituyen derechos humanos esenciales.

Nadie acepte, no aceptemos que nos quiten, que nos priven más derechos. Ya lo han privatizado todo o casi todo : el agua, las riquezas del mar, los bosques naturales  que producen el aire limpio, los parques, la vivienda, la salud, la educación. Tan sólo va faltando que le pongan precio al aire o que nos priven de respirar ...

Entonces ... no se deje de bailar ... hágase uso de ese lúdico derecho. Todo ser humano tiene algo o mucho de ludismo. Bailar es parte de la alegría, es parte de la buena salud físico-mental, es  signo de que el cuerpo y el espíritu están en recíproco equilibrio, y cuando eso nos sucede quiere decir, es señal de que estamos bien.

Bailar es igual que reír sanamente, porque cuando bailamos ríe el cuerpo. Desde los más ancentrales tiempos y desde los orígenes de la especie humana que se baila, es expresión cultural de los pueblos.

Nos han impuesto la gravedad, la norma torpe y absurda, y el encierro patológico ...

¿ Hasta cuándo ¡ carajo ! no dejan ser a  los seres humanos, a los pueblos, hasta cuándo la brutal represión ?

Los seres humanos, los pueblos no nacen, no viven para ser tristes, sojuzgados, ni serviles. Nacen para ser libres.

Véase cómo un pueblo culto como el canadiense baila ' Zorba el Griego ' en una calle, en una avenida nada menos que una creación del genial autor Mikis Theodorakis.

Bailar es la natural actitud de liberación personal y colectiva  de los seres humanos, de rebelión social, de legítima ruptura contra los dominadores entronizados en su espurio poder. 

LeptoCar,

Chile, 2021