Una Amenaza para la Democracia
En el corazón de toda democracia reside el compromiso con los derechos humanos, pero cuando este compromiso se ve socavado por el negacionismo, se plantea una seria amenaza para la integridad de
la democracia misma.
El negacionismo de los derechos humanos en democracia es una negación flagrante de la realidad, una tentativa de borrar de la memoria colectiva las injusticias y las violaciones perpetradas
contra los individuos más vulnerables de la sociedad. Es un acto de desprecio hacia la dignidad humana y una traición a los principios fundamentales sobre los que se construye una sociedad
democrática.
Este negacionismo adopta diversas formas, desde la negación de la existencia de ciertas atrocidades históricas hasta la negación de la igualdad de derechos para ciertos grupos de personas. Sea
cual sea su forma, el negacionismo de los derechos humanos erosiona la confianza en las instituciones democráticas y alimenta un clima de intolerancia y discriminación.
Para preservar la democracia y proteger los derechos humanos, es imperativo enfrentar y desafiar activamente el negacionismo en todas sus formas. Esto requiere un compromiso firme con la verdad,
la justicia y la rendición de cuentas, así como una educación continua sobre la importancia y la universalidad de los derechos humanos.
En última instancia, el negacionismo de los derechos humanos en democracia no solo niega el pasado, sino que también amenaza el futuro de la libertad y la igualdad para todos los ciudadanos. Es
responsabilidad de todos defender y promover los derechos humanos como el cimiento sobre el cual se construye una sociedad justa y democrática.
José Almonacid Gómez
Presidente Corporación sitio de conciencia y memorias para el nunca más de la región de O'Higgins.
Presidente de la Comisión de Derechos Humanos de Rancagua.